Sigue la novela.

~Adri, Ruth y Ángel~

Tres pequeñas piezas de un círculo amoroso que nos llevan a su mundo. Que desencadenan una larga historia de amor. Amores prohibidos, amores equivocados, amores reales. Tanta lucha, tanto amor, tantos sentimientos. El orgullo, la distancia, los celos, las mentiras... Harán que Ruth pierda su cabeza, y no sepa que hacer con su vida amorosa. Echa un lío, no sabrá que hacer y acabará tomando decisiones equivocadas.#

viernes, 12 de octubre de 2012

1.- Un comienzo, un pasado..~


Ruth se levanta mañana tras mañana con una sonrisa en su cara, sin saber que le depara cada día, sin preocuparse por nada. Sin pensar que el día que menos se lo espera, alguien muy especial reaparecerá en su vida. Mientras, ella, se dedica a estudiar, a darlo todo para poder aprobar. Y en sus momentos libres, la pasa con sus amigas y amigos, de fiesta por ahí, disfrutando cada sábado noche, jugando con los tíos cada semana. Pasando del amor. Porque ella, de tanto que sufrió, se prometió no fijarse en ninguno para caer enamorada. Se juró ser como ellos, y hacerles lo mismo. No caer en la trampa de ninguno. Pero sin que ella se dé cuenta, caerá, y cuando se dé cuenta, será muy tarde.
Pasan los días, los exámenes aumentan. Ruth se agobia, necesita más tiempo para relajarse. E incluso, necesita tiempo para estar ella sola y pensar. 
A pesar de todo, y de los problemas que tiene Ruth con su familia, y los pequeños piques que tiene con sus amigos. Ruth aprueba todo con matrícula. Ruth se siente orgullosa, porque estaba en los finales y sabía que le esperaba un verano de lujo. Un verano de fiesta tras fiesta, de locura tras locura, de tardes de playa, de fumeteo, de noches mezcladas con alcohol. Le esperaba lo mejor.
Y sobre todo, le esperaba un verano de ligoteo, y de no enamorarse.
Ya estaba en la última semana, sólo le quedaban dos exámenes, y el fin de semana lo tendría libre. Y prometía, porque ya tenía una fiesta, una fiesta de cumpleaños, su mejor amiga hacía 17 años, y había que celebrarlo a lo grande. Pero Ruth, no pensaba en eso, Ruth estaba demasiado centrada en los exámenes, que casi se descuida de todo. De tan apartada que estaba, no pasó ni un instante con sus amigas esa semana. 
*Sonó el timbre de última hora, fin del examen*
- ¡Por fin! Soy libre. Se acabó. Toca disfrutar del verano. *Gritó Ruth saliendo por la puerta del instituto.*
Ruth, en su mundo, pensando en cómo organizar todo su verano, no escuchaba a nadie. Ruth no parecía ella. Cuando de repente, chocó con un chico, un chico que le resultaba familiar. Pero no se paró, siguió su camino, estaba a punto de perder el bus, y de no ver a sus amigas. Era viernes, y empezó a acordarse de que las necesitaba, y de que al día siguiente estaba Ana de cumple. Entonces corrió, subió al bus, buscó a sus amigas y fue a junto ellas. Se sentó con Ana, y le empezó a hablar más que nunca. Ana, es su mejor amiga, Ana es como su hermana, se conocen desde pequeñitas, pero hasta que no entraron las dos en el instituto, no empezaron a salir juntas.
- Aniiita, ¿sabes que mañana va ser la bomba? ¿Que va ser mortal? ¿Que vas a disfrutar como nunca? ¿Que mi regalo va ser genial? Ay Ana, que te me haces mayor, enana. 
+ Shhh, ya lo sé. Y la que va tener una gran sorpresa serás tú. Que andas en tu mundo, y no sabes nada de mi fiesta aún...
- Lo sé enana. Es que con los exámenes, me he apartado de todas, especialmente de ti, y quería pediros perdón a todas, y primero a ti ya. Pero..., ¿por qué dices que me llevaré una sorpresa? Aquí sólo tú tienes que llevar sorpresas. *Y le dio un besazo en toda la frente*
+ Ay, Ruth, sabes que no tienes que pedir perdón. Sabemos que tienes que aprobar. Y no pasa nada. Ya verás. Tú gírate y mira con quien está Carla...
Ruth se gira, a lo descarado, sin una pizca de disimulo. Y se queda viendo fijamente para el chico con el que iba Carla sentada. Y susurra Ese chico..._ Se queda pensativa.
Era el chico con el que había chocado antes, el chico que le resultaba familiar, pero que no conseguía reconocer quien era... Ana le estaba hablando, pero ella no la escuchaba, hasta que Ana le dio una colleja y le sigue hablando:
+ Ruth, idiota. ¿Me quieres atender? 
- Sí... Dime.
+ Pues eso, que ese chico es amigo de Carla y va a venir a mi cumple. Es guapo, ¿eh?
- Sí... *Ruth seguía intentando saber de que lo conocía...*
+Ruth, ¿te pasa algo? No te enamores de él, eh. Que es un capullo... Me han contando que anda con todas. Que ha dejado embarazada a más de una. Y que anda en las drogas. Pero bueno, sabe ser buen amigo...
Ruth seguía en su mundo. No contestaba. Y Ana, le seguía hablando. Le daba pataditas, y codazos. Pero no hacía caso. Estaba llegando al final del trayecto. Y como todos los viernes, después de clase, se iban todas al centro, a tomarse unos refrescos y sacar fotos.
**********Frenó el bus de repente***********
Fue ahí cuando Ruth volvió al mundo. Se comió todo el asiento del que iba delante. Empezó a sangrar por la nariz, y todos empezaron a bajar del autobús. El amigo que venía con Carla, sacó un pañuelo del bolsillo y se lo dio a Ruth. El golpe la había dejado más en su mundo. 
Iban hacia el centro, todas hablando y Ruth, se quedaba atrás. Hasta que Carla fue a su lado, la cogió de la mano y le dijo:
- Ruth, ¿quieres atenderme? Llevas pasando de todas desde que subiste al bus. Y te tengo que presentar a mi primo.
- Pero, ¿no es tu amigo?, me dijo Ana que es amigo tuyo.
- Sí, pero antes que amigo, es primo... Ven, anda. Que no sé qué te pasa. 
- Vale... 
- Adri, ¡ven aquí! Que ya está disponible la niña. Ya os puedo presentar. *Le gritó*
- ¡Vooooy! Dijo Adri, acercándose.
- Tú eres tonta, ¡cómo gritas eso! Va parecer que no quería conocerlo... 
- Shh... *Llegaba Adri* A ver, Adri, esta es Ruth. Ruth, Adri. Adri, Ruth.
Se dieron los tres besos. Y entonces a Ruth se le acordó de que lo conocía. Y empezaron los dos la misma frase
- Yo a ti te conozco....
- Sí, de hace años...
Ana venía corriendo y los interrumpió. 
-A ver trío, que os quedáis atrás, hay que organizar lo que queda para la fiesta de mañana. Que para eso estoy de cumple y tengo que saber cómo va ser. Ahora que ya conocemos todo al primo de Carla, habrá que ponerlo al día y a Ruth, que estuvo dándolo todo en el estudio...
- Eres idiota. Estábamos hablando,  ¡joder! Pero venga vamos. Y tú te quedas sin saber cómo va ser tu fiesta, asique, shhh...
Ruth se había cabreado, ese día no le estaba saliendo muy bien. Pero todo cambió cuando giró su mirada hacia Adri, y él le guiñó un ojo y le dijo al oído: Tranquila, tendremos mucho tiempo para recordar y conocernos bien.
Fue en ese instante, cuando Ruth, se derritió. Cuando se accionó algo en su interior. Sin ella saber lo que le iba pasar...
Llegan al centro. Y Ruth empieza a hacer de las suyas, abre su mochila, y saca sus sprays. A Ruth le encantaba el graffitti, y cuando necesita relajarse o sacar afuera todo lo que siente, lo expresa en las paredes. Ruth estaba tan metida en su trabajo, que no se dio cuenta de que Adri la observaba desde lejos, y se iba acercando. Cuando terminó, se giró, y lo vio justo detrás de ella. Ella se asustó y se inclinó hacia atrás. Casi se cae, cuando él la agarra por la cintura para que siga en pie.
- Gracias. Le dijo ella. -De nada, te ha quedado perfecto. Me encanta.
- Que va, los he hecho mejores. Pero me alegra que te guste. 
Ella ya estaba feliz, le encanta que le digan cosas bonitas sobre sus graffitti.
Se sentaron al pie de la muro, y Adri cogió el spray e hizo un pequeño dibujo y una firma, en la que puso sus nombres. Ella le sonrío, y le dijo que no lo hace nada mal. Él también le sonrío. Se pusieron a hablar, los dos solos. A recordar de que se conocían.
Porque resultaba que hacía años, sus padres coincidieron en una fiesta, y ellos se conocieran siendo muy pequeños. Pero después no supieron nada más el uno del otro hasta ese día.
Era cosa del destino. O quizás era cosa del amor. Porque a Ruth desde el primer día le había gustado... Pero ella, seguía manteniendo su promesa de ese año, no enamorarse de nadie. Y menos de un cabrón, como le dijeron que era él.
Se hizo de noche, las amigas se despidieron. Quedaron para el día siguiente, todas menos Ana, que tenía que quedarse sola, ya que iban a prepararle la fiesta sorpresa.
Esa noche, Ruth no dejaba de pensar en Adri, y en lo curioso que fue volver a encontrarse. No paraba de pensar en que el día siguiente algo iba pasar. Pero también, no paraba de pensar en que necesitaba dinero para poder comprarle un buen regalo a su amiga, y para poder liarla esa noche. Necesitaba comprar regalos, bebida y mucho más. Pero por suerte, tenía ahorrado bastante.Ruth, de tan cansada que estaba, ese día, ni cenó, ni habló con su familia. Llegó a cada, se metió en la ducha, y al terminar, se tiró en cama. Pensó y pensó. Y entre tanto pensamiento se quedó dormida..




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