2.- El inicio del día de Ana.~

 De tan cansada que estaba Ruth, fue la primera vez que se quedaba dormida sin haber cenado... Pero pasada la medianoche, se despertó. De tanto pensar en lo que había pasado esa tarde y de lo que pasaría al día siguiente, no podía dormir bien.

Se levantó, y se acordó que no había cenado, y su estómago le reclamaba comer algo. Silenciosamente, fue a la cocina, y se puso a tomar una taza de leche. Y siguió pensando, ya había empezado el sábado. Y sin ella saberlo, algo le esperaba. Acabó la leche, y se fue para cama.

 Cogió el móvil y vio que tenía 3 llamadas perdidas de un número que no conocía. Y un mensaje de ese mismo número que ponía:

'' Hola, soy Adri, quería decirte que me ha encantado volver a encontrarme contigo. Ha sido genial compartir una tarde así. Estás guapísima. Y espero tener una bonita amistad contigo. Un besito guapa. ''
Ruth, estaba tan dormida, que ya no sabía ni que responder. Y escribió lo primero que se le ocurrió: '' Hey, a mi también me alegra volver a verte. Y me lo he pasado muy bien esta tarde. Un beso. '' Acabó de escribir, le dio a *Ok* y se lo envió. Buscó sus auriculares. Se metió en cama y puso la música a todo volumen, sin duda, empezó a escuchar a Melendi, y a cantar en su interior cada canción que sonaba.
Y pensó una última vez en Adri. Y dijo en voz baja: Seré tonta, ¿qué coño hago pensando en un tío así? ¿YO? Ruth. La chica que pasa de los chicos. Esto no puede ser. Es hora de dormir. Y es lo que voy a hacer. Que mañana Ana tiene que pasarlo como nunca.
Apenas pasaron cinco minutos, y nuestra pensativa Ruth ya se había quedado dormida.
La noche pasó volando. Y los rayos de Sol empezaron a entrar por las ventanas. Ruth se despertó. Con ganas de fiesta. Toda feliz.
Se acababa de acordar de que era el día, de que el instituto ya se acabara, y que empezaba el verano. Fue a junto su madre, y como de costumbre, le dijo que salía, le pidió dinero para ver si tenía un poco de suerte, pero no. Ya empezaron a discutir, y Ruth la mandó a la mierda. Fue a junto su padre, que la entiende más y él le dio 10€ para poder comprarle algo a su mejor amiga. Se despidió de su padre y desde la puerta le gritó a la madre ''Yo no vuelvo hasta la hora de comer, no hagáis comida para mi, ya me la haré yo. Adiós'' Y dio un portazo sin querer. La madre salió detrás de ella y le dijo: Que sea la última vez que me contestas así, ven aquí, toma 10€ para lo que necesitéis por el cumple de Ana. No vengas tarde.
Ruth estaba flipando, no se esperaba ese cambio de humor tan repentino de la madre. Y cogió, y le dio un beso. Le dijo gracias. Y se marchó más feliz que nunca. Una vez fuera de casa, pensó ''Hoy es mi día''
Era sábado, hacía calor, mucho calor. Ana estaba de cumple. Volvería a ver a Adri. Y en pocos minutos iba a reunirse con sus amigas. El día anterior sólo tuvo la ocasión de hablar con Ana y Carla, de tan metida que estaba en su mundo. Pero hoy iba a estar atenta a todas.
Eran las 10.30, Ruth estaba llamando a Carla, no le cogía. Ruth siempre quedaba con Carla. Lo volvió a intentar, y otra vez, sin respuesta. Entonces pensó en su primo, llamó a Adri.*Piii,piii*
- ¿Si?
- Adri, soy Ruth
- Lo sé, dime guapa. ¿Qué quieres?
- Era para saber si anda contigo Carla, o si sabes algo de ella, que habíamos quedado, pero no me coge el teléfono...
- Pues claro, levanta la vista, y camina un poco más. Estoy con ella, y te estamos viendo.
Ruth levantó la vista, y los vio a lo lejos.
- Ok. Nos vemos ahora.- Y cortó sin darle tiempo a que Adri contestase.
Caminó unos 100 metros y se encontró con ellos. Se saludaron, y fueron a por las demás. Ellas eran las que siempre quedaban y hacían el camino de recogida, buscando al resto.
Primero, fueron a por Mónica, que vivía cerca. Llegaron en menos de cinco minutos, le dieron un toque y Mónica bajó corriendo de casa. Después Ruth recibió un SMS de Paula a decirle que estaba en casa de su tía, y que si pasaban por ella mejor. Ya que Paula tiene que estudiar este verano, y las salidas las tiene muy restringidas, pero Ruth siempre conseguía que la dejen salir. En 10 minutos llegaron a casa de la tía, hablaron con él y ya le dio el consentimiento a Paula. Ahora solo faltaba Andrea. Ruth la llamó, y Andre dijo que salía en ese instante de casa, que iba a coger el coche y en 5 minutos se veían en la cafetería de todos los sábados. Mientras, ellas iban hacia allí. Llegaron y justo llegaba Andre en su Seat León blanco.
Eran ya las 11, entraron y se sentaron en la misma mesa de siempre, como de costumbre. Y pidieron su desayuno de siempre. Ruth pide un sándwich, le gusta desayunar diferente, Mónica su café con leche, Carla un Cola Cao, Andre un zumo, Paula otro. Y Adri un café.

Se pusieron a comentar en cómo había que organizar la fiesta. A comentar que detalles faltaban y en los regalos tenían que comprar. Dieron muchas ideas, y se pusieron de acuerdo al final. Decidieron comprarle ese short que tanto le había gustado, y esa camiseta con esa bandera que tanto le gustaba a Ana, y que ya se había probado la semana anterior. Pero Ruth dijo que le compraría algo más, le compró una pulsera con la fecha en la que se habían hecho grandes amigas y un símbolo del infinito al lado. Era un regalo perfecto, y se gastaría casi todo el dinero que tenía ahorrado. Tanto que casi no tenía para comprar la bebida. Pero con el dinero que hoy le habían dado sus padres, podía pagarlo todo.

Terminaron de desayunar, y fueron a comprar los regalos y todo lo que necesitaba, a prepararlo todo...
Entre risas y demás, se les pasó la mañana. Ya era hora de comer. Quedaron en verse a las 4 en el sitio de todos los sábados, en el puerto, y como ya tenían todo preparado, avisarían a Ana para que viniese también. Se despidieron y algo raro le pasó a Ruth, cuando fue a despedirse de Adri con los 3 besos en la mejilla, el último resultó ser un pequeño roce de labios. Ruth se separó tan rápido de Adri, que las demás le preguntaron qué pasaba y ella contestó ''Nada, nada, que llego tarde a casa. ‘‘Y les dijo chao a todas y se fue.
Y después cada uno se fue para casa.

Ruth llegó a casa, estaba extraña. Y pensó, ''bah, debió ser cosa mía, y que los dos nos acercamos demasiado. Nada más, Ruth, no pienses más en él. ‘‘Fue al salón y vio que estaban empezando a comer y recordó que se tenía que hacer la comida y se le fue por un momento la sonrisa, y entonces la madre le dijo, tienes en el micro la comida hecha, que está recién hecha, si ves que está fría caliéntala. Y ahí se alegró de tener una madre así. Se sentó a la mesa. Los padres le preguntaron cómo iban los preparativos de la fiesta. Y de nuevo la madre la sorprendió diciendo esto: Hija, también tienes en el mueble de las bebidas 2 botellas de Vodka del que tanto te gusta, ya que hoy es una noche muy especial y es el cumple de nuestra pequeña Ana.
Ruth empezó a sonreír de la felicidad, se levantó toda loca de la mesa, abrió el armario, y vio que era cierto, cogió las botellas y las abrazó. Sí, Ruth no puede enamorarse más de nadie, que de unas pequeñas botellas de Vodka. Corrió de nuevo a junto su madre, la abrazó, le dijo ¡gracias! y salió a la ventana gritando ''Irene es la mejor, y la quiero'' Sabía que se iba arrepentir de esa frase, pero por momentos quiere a su madre como a nadie. Irene mandó que Ruth volviese a la mesa a terminar la comida. Estaba terminando justo cuando suena el móvil. Otro SMS, y de nuevo era de Adri.
<< Boba, perdón por lo del pico en la despedida, creo que me acerqué demasiado a tus labios. No se volverá a repetir. Por cierto, me dijo Carla que no se te olvide avisar a Ana. Besos. Nos vemos. >>
Ruth se puso roja, tanto el padre como la madre se dieron cuenta. Y empezaron a meterse con ella.
- Ay, ay, nuestra pequeña ha encontrado un chico que la tiene loca
- Ay, ay. Que se va enamorar. Se le nota en la cara.
- ¿Quién es?
- ¿Es guapo?
- ¿Cómo se llama?
- ¡Callaos! Es el primo de Carla, y no me gusta.
Ambos le dijeron: Tranquila, sólo nos queremos meter contigo. Y luego la madre acabó la frase. Venga, recoge la cocina y tu habitación. Ruth fue lo que hizo, cuanto antes acabase, antes podía ir por casa de Ana y darle la sorpresa de poder salir todas juntas.
Al terminar de limpiar, le mandó un SMS: ‘‘Enana, voy a pasarme por tu casa que tengo que decirte una cosilla, estate vestida y tal, que no quiero verte en bragas por casa'' Ruth como siempre, tan bromista.
Se cambió de ropa, ya que había salido en largos y hacía calor. Se puso un short y las Vans que tanto le gustan con su camiseta violeta. Se despidió de sus padres y fue hacia casa de Ana. Toda feliz, bailando por medio de la calle, mostrando sus ganas de fiesta.
Después de un rato andando, por fin llegó a casa de su mejor amiga. Tocó al timbre y subió al tercer piso. Ana le abrió, y Ruth le dio un abrazo y ni siquiera entró. La cogió del brazo y le dijo, vámonos para el puerto. Y Ana se quedó extrañada y dijo que esperase que tenía que avisar a la madre. Ruth asomó la cabeza por la puerta, y vio a la madre a lo lejos, tumbada en el sofá del salón, le mandó un pequeño grito y le dijo, me rapto a tu hija como todos los sábados. Vamos al puerto, cualquier cosa hazme una llamada. La madre asintió con la cabeza y dijo que no había problema, que hoy era su cumple y que podía salir.
Entonces Ana fue corriendo a su habitación, como de costumbre, y cogió algo de dinero por si decidían tomarse un helado, como hacían últimamente. Ruth desesperada porque iban a ser las 4, le gritó: Pequeña, apura que llegamos tarde. Y Ana desde su habitación le dijo: Sí, sí, ya acabo ahora, me falta hacerme la otra raya del ojo. Y Ruth susurró _Lo sabía_...

Ana salió y fueron camino al puerto hablando de la noche, ambas tenían muchas ganas de salir, de celebrarlo. Y es que para Ana, el mejor regalo que podría tener es que Ruth pase su mejor noche a su lado. Ana ya estaba feliz con sólo eso, y no sabía lo que le esperaba. Estaba nerviosa, pero a la vez tranquila. Porque vio que Ruth volvía a ser la misma loca de siempre. Llegaron al puerto, pasaban apenas 5 minutos, pero nadie había llegado. La verdad, es que tanto Carla como Mónica son unas impuntuales. Andrea venía en coche, estaba aparcando, y con ella venía Paula. Tuvieron que esperar casi media hora por Mónica y Carla, y por Adri que vendría con Carla. Mientras, Ruth hacía lo de siempre, llenaba las paredes de graffittis y las demás se dedicaban a cotillear, a sacar fotos y a tontear con los chicos que pasaban por allí.

Cuando llegaron las demás, Adri fue a ver como iba Ruth con sus pintadas. Sin decir hola a nadie. Paula y Andre se quedaron viendo para él y Mónica y Carla quedaron extrañadas, saludaron y dijeron todas: ''Aquí habrá amor''. Ruth las escuchó, tiene un oído muy fino, se giró, las saludó, le saludó a Adri y dijo hacia ellas: ''Estad calladas, que sabéis cual es mi promesa del año'' Y todas asintieron y siguieron a lo suyo.
Adri le preguntó sobre esa promesa y ella le dijo que mejor no quisiera saber tanta cosa... Y él se quedó callado. Ella le dio un spray y se pusieron los dos a terminar el graffitti, le había quedado genial. Ruth se había lucido más que nunca. Y las demás le alagaron su trabajo.

Sin darse cuenta, se les había pasado media tarde, ya pasaban de las 6. Y decidieron ir a dar una vuelta, a tomar algo. Porque a Ruth le encanta tomarse un helado después de ''manchar las paredes con estilo'' como dicen sus amigas. Entre risas y helados, ya eran casi las 8. Y la cena sería a las 10.30. Y sabiendo que todas necesitaban su tiempo en prepararse, se fueron a casa. Ana y Ruth se fueron juntas, iban las dos a casa de Ruth. Paula se iba con Andre, que también se iban a preparar juntas. Y Carla y Mónica lo mismo, y Adri con ellas. A todas les esperaba una ducha, y una difícil decisión para escoger la ropa con la que salir.
Por fin, ya todas estaban listas. Ya se acercaba la hora. Y todas empezaron a ir al restaurante.
Comenzaba la noche. Comenzaba la cena... Y con ella, empezaba la fiesta. Todas deseaban que fuese la hora de acabar, la hora de los regalos. La hora del alcohol. De las locuras.Demasiadas locuras les quedan por delante. Lo bueno, aun no empezaría aun.