Así fue, en la comida apenas hablaron, los padres se habían dado cuenta de que tenían resaca. Y se metieron con ellos diciéndoles que hay que beber menos, que el cuerpo no aguanta tanto. Aún se rieron. Pero deseaban poder subir a las habitaciones. Por fin habían acabado, y con el permiso de los padres se levantaron y subieron.
Como siempre, para la habitación de Lucía.
- Tíos, que nochaza, sí señor. Aunque veo todo muy borroso. _ Empezó diciendo Ruth, con una sonrisa en la cara._ Y mi cabeza, ni os digo como está.
Ana le contestó
- No, ya te digo tía. La cabeza me da vueltas. Menudo desfase. Y nosotras pensando que mi cumple en Galicia había sido lo mejor. Esto sí que es lo puto mejor.
- Ya, empezamos fuerte. Lo que os espera es aún mejor. Ya vereis.
Les dijo Lucía.
- Correctísimo. Prima, préparate para lo que es la fiesta en Barcelona.
- Ya chicas. Vais a disfrutar como nunca. Y esta noche. Fiesta loca... _ Ángel no había terminado la frase cuando se la sigue Ruth_
- ¡Prisa poca!
Se echaron a reir. Y luego decidieron ir para la piscina, y allí ponerse a tomar el sol y descansar. Ese día necesitaban relax, pero sueño no tenían. La tarde pasó volando con tanta tranquilidad en la piscina.
Ya eran las 8, ya no les daba tantas vueltas la cabeza. Y de repente empieza a sonar un móvil, el de Ruth, esta vez era Carla, no le dio tiempo a cogerlo, porque estaba en la piscina y cuando llegó para contestar cortó. Al ver el nombre de su amiga dijo:
- ¡Mierda!
Se les había olvidado a todas hablar con Carla... Cuando Ruth dijo eso todas dijeron:
- ¿Qué pasa Ruth? ¿Quién era?
- Carla. Tías, que no le contestamos. La voy a llamar. Ponemos manos libres y decidimos qué pasa... A ver qué quiere.
Las chicas salieron todas de la piscina y se pusieron alrededor de Ruth, Los chicos quedaron allí en el borde la piscina, observándolas y escuchando con atención lo que iba a pasar.
- Hola...
- Ey Carla. A ver, ¿qué quieres?- ¿No recibisteis mi WhatssApp?
Todas le contestaron: Sí...
- Pues por eso llamaba... Porque no me contestó ninguna... Y joder... No puedo perderos...
Se notó que su voz había cambiado, como si empezase a llorar. Pero la voz de Ruth seguía igual, o más borde. Imponiendo hasta respeto entre las demás.
- Pues entonces, explícame por qué haces lo que haces, criticándonos a nuestras espaldas... Y diciendo cosas que no son ciertas. Dame una explicación lógica. Sabes que conmigo no se juega.
- Lo sé, lo siento. Quizás sea por envidia. O porque te veo la más fuerte y quiero ser como tú. En serio.
- Pues yo si me entero de más cosas, vas mal. Puede que lleguemos a las manos, y no como el otro día, que fue una bofetada. Eh.
- Buf, Ruth. Eres como una hermana para mí. Siento mucho haberte fallado de tal manera. Perdóname. Ya os echo de menos...
Entonces empezó a hablar Andre:
- A ver, las cosas hay que pensarlas, entre amigas los cuentos sobran, y las críticas a espaldas también... Asique, tienes que ver lo que haces si realmente tanto nos quieres...
- Ya... No volverá a pasar.
- Eso espero, mira Carla, a pesar de todo, soy partidaria de las segundas oportunidades. Pero sólo te voy a decir esto, como se repita no habrá más. Y yo quiero las cosas a la cara, cualquier defecto que encuentres lo dices. Sin criticar por detrás. _ Dijo Ruth._
Y Ana, Andre y Moni dijeron que ellas opinaban igual.
- De acuerdo chicas, ojalá estuviese ahí para poder abrazaros. Y pediros el perdón viéndoos a los ojos.
- No te preocupes. Cuando volvamos el abrazo lo tendrás. Y bueno, ahora tengo que cortar. Ya te llamaremos otro día para contarte nuestra estancia en Barcelona. Besos bobita.
- Os quiero. Y gracias. Chaoo
Colgó. Se dejaron allí, sentadas. Nadie dijo nada, por un momento estaba todo en silencio.
Pero como no, Ángel tenía que abrir la boca: Hey, la noche nos espera. Son las 8 nenas.
Nadie dijo nada. Se pusieron a tomar el poco sol que quedaba. Ya empezaba a ponerse, aquello era muy bonito verlo.
Ahora sí, ya eran las 9, decidieron empezar a prepararse, para que no pasase como el día anterior y luego llegasen las prisas. Esta vez las chicas se ducharon más rápido. Al llegar la hora de la cena ya estaban listas. Ese día cenaron a las 11 casi. También salían más tarde, habían quedado en marchar a las 12. Mientras cenaban Brais comentó que iban a venir dos amigos a casa antes de marchar, que al final no aparecieron porque fueron directos al ''Sydecar''. Las 12 menos cuarto y al final aún no estaban preparadas del todo, como siempre Ana y Moni tenían que terminar de maquillarse. Esa noche sí que estaban guapas todas. Se habían puesto de acuerdo en salir con vestido las 5. Estaban perfectas, eran unos vestidos preciosos, que las hacía más guapas de lo que eran. Esta vez Lucía dijo que no llevaban los bikinis, que esa noche tocaba un reto. Las chicas soprendidas no se esperaban lo que sería. Ángel ya estaba riéndose, porque sabía lo que era... Las 12 y Brais apagó la luz de la habita y las echó a todas fuera. Había que irse ya. Que sino se lo perdían. Se pusieron en camino. Al Sydecar, allí ya estaban los compañeros de Brais, no hubo presentaciones justas, porque como eran tantos, aquello directamente era un ligoteo.
Llegaron y se sentaron. Pidieron los primeros chupitos
Acabaron tomándose 5 cada uno, y no los más suaves, sino los más fuertes. De nuevo Brais invitaba. Ya empezaban a estar un poco tontos todos. Las chicas estaban felices, los amigos que estaban conociendo eran todos muy guapos. Ana se había ligado a uno, y ya ni se acordaba de Óscar, justamente al venir a Barcelona se había enterado de ciertas cosas que la habían disgustado, y no quería saber mucho de él en un tiempo. Asique, aprovechó estar en Barcelona para loquear como hacía Ruth. Por otra parte, tanto Moni como Andre ya desfasaban por su cuenta. Cada rato se iban con uno diferente.
Al terminar de beber y estar allí sentados un rato. Volvieron a hacer lo mismo que el día anterior. Al bar de al lado. A cubatas. Adoraban el vodka negro con Lima. Se tomaron otros tantos cubatas.
Y ahora venía lo mejor. Ruth no se había dado cuenta, pero a menos de 10 minutos estaba el centro de atracciones Port Aventura. Y Brais sabía como colarse. No era la primera vez que lo hacía, sólo para ir al parque acuático que allí había.
Se pusieron en marcha, al llegar allí las chicas todas contentillas no sabían si veían visiones o era real. Brais le dijo por donde tenían que colarse, y que no hicieran mucho ruído.
Así hicieron, con mucho cuidado entraron y fueron al parque acuático. Donde había un montón de piscinas enormes. Aquello sí que era un tremendo sábado.
Lo mejor de colarse, es que allí se quedarían a dormir, escondidos, y el día siguiente podrían pasarlo en grande y gratis.
- Esto es inmesamente enorme. ¿Cuántas veces os habeis colado ya? Preguntaba Ruth con cara de asombro, cayéndose a los lados de tanto alcohol. Apoyándose en sus amigas, que mejor no iban, pero entre todas se mantenían en pie.
- Pues prima, la verdad es que es la segunda vez que nos colamos... Y para eso...
Siguió Ángel.
- La primera vez nos colamos para ver como entrar y como era esto. Nunca nos colamos en serio. Esto lo hicimos para daros la mejor bienvenida...
- Estais más que locos... Como nos pillen... Replicaba Ruth.
- Calla prima, que sabemos que te encanta. Yo también tuve un poco de culpa en la idea... Decía Luci.
- ¡Joder! Pues que buenas ideas teneis por aquí. Nosotras hacemos lo mismo en La Guardia, en una casa enorme con piscina, nos colamos y la liamos, y todo idea de Ruth, asique, podeis callarle la boca. Dijo Ana guiñándole el ojo a Ruth.
- Vale. Sí, me encanta. Menos bla bla, y más piscinas. Vamos al tema.
Todos empezaron a reirse. Aquello estaba todo apagado. Se iban alumbrando con las linternas de los móviles. Moni y Andre se perdieron entre tantas piscinas. Ruth y Ana se asustaron, pero rápido aparecieron. Ruth preguntó si estaban buscando una piscina en concreto. Y sus primos le dijeron que sí. Allí había de todo tipo. Con cada trampolín y toboganes. Pero la mejor estaba por llegar. Estaban impacientes. Sobre todo Ruth, que adora meterse en el agua después de haber bebido mucho.Por fin. Ya estaba ahí la piscina que buscaban. Tremendamente grande, y rara... Una forma extraña, un tobogán diferente. Ruth empezó a llorar de la felicidad, aquello era precioso. Sin pensarlo dos veces, iba a empezar a quitarse la ropa. Y se iba tirar. Cuando de repente, Brais y Ángel dijeron que estuviera quieta. Que quedaba una botella. Que tenían que hacer algo. Beberla, terminar pedos perdidos y depués meterse todos desnudos en la piscina. Si es que se atrevían. Ya iban todas con demasiado alcohol encima, no se negaron. La botella se la terminaron en menos de 15 minutos. Y empezaron todos a quitarse la ropa.
Ángel era el que no quería quitarse la ropa. Los demás ya estaban sin ropa y tirándose. Ruth vio que se tiraban antes que ella. Y ya empezó a echarles bronca, allí fuera. Asique, empezó a tontear con Ángel para sacarle la ropa, y al final, acabaron los dos cayendo al agua.
No sentían si el agua estaba fría o caliente. El alcohol era dueño de sus cuerpos. La adrenalina de haberse colado allí dentro y estar desnudos en una piscina era extremadamente alta. Aquello era la mejor bienvenida que se les podía dar a cualquiera. Las horas allí dentro pasaron volando. Tenían que estar atentos. Porque al salir el Sol deberías estar escondidos. Para que no los cazasen.
Sobre las 5 de nuevo, Ángel y Ruth desaparecireon. Pero ninguno de los demás se dio cuenta hasta pasadas las 6. Estaban tan genial a su rollo. Nadando, haciendo el tonto. Tirándose por esos toboganes. Pasaban de todo, porque sabían lo que estarían haciendo los dos. Casi eran las 8 cuando aparecieron los dos juntitos. Ya iba a empezar a salir el Sol. Asique, dieron unos últimos chapuzones, y después salieron y se pusieron la ropa. Estando aún mojados.
Buscaron un sitio donde nadie los encontrase. Y allí se quedaron, un par de horas. A las 10 abrían las puertas del parque de atracciones y entrarían los de mantenimiento, tendrían que estar bien callados. Si los pillaban se la cargaban. Por suerte. El lugar donde estaban era un buen refugio. A las 11 abrían las puertas para el público y una vez hubiese gente dentro ya podían salir de su lugar y empezar a disfrutar de todas las atracciones que allí había.
La noche se había terminado. No habían dormido. Pero era lo mejor que le había pasado.
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