Apenas faltaban unos segundos para
las 10. Y empezó a sonar el despertador de Ruth, con esa canción con la que
tanto le gusta despertarse para tener un día alegre. * Pound Alarm – Nicky Minaj*
Ruth da un salto de cama. Ya estaba
toda eléctrica. Era una de las pocas veces que se levantaba en cuanto sonaba su
despertador, siempre solía quedarse 5 minutos más, o incluso, a veces, se
dormía y dejaba todo para última hora. Pero ese día era diferente. Se levantó,
recogió su habitación. Se puso ese bikini que tanto le gustaba y un short con
una camiseta básica, las chanclas de la playa... Y se puso a preparar la
mochila.
Metió sus gafas de sol, una baraja
de cartas, el juego del UNO, un bolígrafo y papel, la toalla.
Se conectó al WhatsApp y le preguntó
a las demás a qué hora quedaban, dijeron de verse a las 11.30 en el parque que
está de camino a la playa. Asique, en cuanto concretaron la hora y que cada una
se encargaba de avisar a los que
faltasen, Ruth empezó a ver qué
llevaría de comer, se decidió por lo de siempre, un par de bocatas de tortilla
francesa, un yogur y una bolsa de patatillas. Preparó todo, y lo guardó también
en la mochila. Faltaban 30 minutos, y no sabía nada de Adri. Como siempre era
él quien mandaba un SMS, esta vez se decidió ella a escribirle: ''Tonti, yo
estoy lista. ¿Quedamos antes para pasar el tiempo, o aun no estás tú? Hoy tengo
yo para fumar. Besitos idiota. <3 ''
Ya habían pasado 5 minutos, y no
recibía respuesta. Ruth se tiró en el sillón y se puso a escuchar música,
porque ya que Adri no contestaba tenía que esperar media hora para verse con
las demás. El parque estaba a 3 minutos de su casa, asique... Fue tirarse en el
sillón y justamente tocan el timbre, Ruth de malas le grita a la madre: Yo no
me muevo acabo de sentarme, y no es para mí. La madre desde la habitación dice,
ya voy yo, pero para mí tampoco es. Ruth se quedó pensando en quien sería. La
madre habla al telefonillo y grita: Ruth lárgate, que te reclaman abajo. Ruth
fue corriendo, cogió la mochila y el móvil, vio que tenía un SMS, que lo acaba
de recibir, pensó que era Adri, pero se confundió, el SMS era de Raúl. Llegó
abajo y ahí estaba él. Menuda sorpresa. Le dio un abrazo, y le dijo que no se
esperaba encontrarlo.
Se pusieron al día. Raúl le dijo que
el domingo a la mañana después de haberse acostado juntos, que se tuvo que
marchar temprano, porque le había llamado la madre, le pidió perdón por no
avisarla y dejarla así, y que sentía no haberle dicho nada desde entonces, pero
no tenía saldo. Ruth le dijo que no pasaba nada, que se alegraba de que
viniera. Le contó que Adri apareció en
su cama el domingo a la mañana, y Raúl se quedó flipando. Él tampoco sabía
nada.
Eran ya las 11.15 y decidieron irse
para el parque y esperarlas allí. Total, no tenían nada mejor que hacer. Iban a
empezar a andar cuando Irene sale a la ventana y grita: Hija, la crema y las
botellas de agua. Ruth le dijo que se lo tirase todo en una bolsa, con cuidado,
y así hizo la madre. Entonces, ya tenía todo, y se fueron para el parque. Al
llegar allí sí que se llevó una gran sorpresa.
Allí estaba Adri, y como no, con una
chica que conocía. Con una que venía de vacaciones en verano, y que sólo le
gusta provocar a los chicos. Ruth ya se estaba poniendo de malas. Raúl vio su
cara, y notó que a Ruth eso no le gustaba. Adri vio a Ruth, vino a su lado y le
dijo: perdón, no podía quedar antes, y no podía contestarte, no tengo saldo. Y
se fue.
Ruth estaba flipando, ni un beso, ni
un abrazo. Nada. Y Ruth ni le contestó, cuando Adri se giró y fue hacia la
otra, le dijo: Piérdete. Pero él no la escuchó.
Raúl cogió y le dio un abrazo,
porque a pesar de todo él la quería mucho, aunque ambos se utilizasen. En ese
momento Adri estaba viendo para ellos, y se quedó de piedra, pero disimuló
haciendo que no le importaba. Y Ruth, no se soltó de Raúl. Adri gritó desde el
otro lado: ¿A qué hora vienen? Son y media. Ruth vio el reloj y dijo: deben
estar a llegar. Andre ya está ahí en el coche, con Paula, y Diego también vino
en su coche. Faltan Ana, Mónica y Carla, seguro que están esperando a que Carla
esté lista. Asique...
Y se giró para cortar la
conversación. Ruth no entendía porque se estaba poniendo de malas, o quizás sí,
pero no quería admitir que le gustaba Adrian.
Ruth seguía abrazada a Raúl. Pero se
incorporó, y se puso detrás de él, le dijo que se sentase. Y en eso que decide
hacer una locura, le suelta un beso.
Un beso diferente, sólo para que
Adri la viese.
Raúl le siguió, él está encantado de
poder tener una amiga como ella y poder liarse con ella sin compromiso. En
medio del beso llegan las tres que faltan, y dan un aplauso cortando el
rollo... Y todos se van para los coches. Ana, Carla y Mónica van las tres para
el coche de Diego, el que le gusta a Carla, y con él estaba Óscar, el que
vuelve loca a Ana. Ruth las mira con cara de odio, porque a ella le tocaba ir
con Raúl y Adri en la parte trasera del coche de Andre, ya que delante iba
Paula.
Por suerte el trayecto no era largo,
en menos de 15 minutos estarían en la playa. Pero para Ruth, eso fue eterno.
Ella se apoyaba en Raúl. Él le daba besitos en la frente, y jugaba con su pelo.
Y Adri empezaba a sentirse mal por lo que le estaba haciendo a ella. Y empezó a
hacerle cosquillas. Para intentar arreglarlo. Pero Ruth no estaba para sus
bromitas ese día. Y le dijo con tono borde: Adri, no me toques, olvídate de mi
hoy, no estoy para tus bromas.
Adri se sintió tan mal, que estuvo a
punto de decir que parasen el coche para marcharse, pero decidió quedarse, y en
la playa intentar hablar con ella. Mientras, se quedó quieto, viendo por la
ventanilla.
Ruth se estaba comiendo la cabeza
por dentro, tenía ganas de abrazar a Adri, no a Raúl, pero no. A ella no le
gusta que jueguen delante de su cara, y luego vengan como si no pasara nada.
Se le hacía eterno, no daban
llegado. Pero al fin. Allí estaba la playa.
Cogieron todo, y se fueron a la arena.
Probaron el agua. Ruth se dio un baño antes de ir a comer y Ana con ella. Las
dos locas, intentaron mojar a los demás,
pero sólo consiguieron mojar a Raúl y Óscar, y al final se metieron los cuatro.
A la una se fueron para las mesas de piedra, para empezar a comer... Y a hablar
todos. Estaban todos bien, excepto Adri, que no se sentía cómodo. Pero él lo
intentaba disimular. Estaba deseando terminar de comer y decirle a Ruth que
necesitaba hablar. Deseaba poder darle un abrazo y sentir sus labios.
Y ella igual, pero mientras, ella lo
ignoraba, y seguía con Raúl.
Les esperaba una larga tarde.
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