Ruth no pudo dormir tranquila. Le costaba respirar. Se encontraba
mal. Pero aún así intentaba dormir.
Al día siguiente
las demás la dejaron descansar, y se fueron a comprar. Así de paso le compraban
su regalo de cumple que no faltaba mucho y ella no se enteraba.
Llegaron de las
compras a las 12, Ruth seguía durmiendo. Pero se le notaba que estaba intranquila
en sus sueños. Tenía la cara pálida. Las chicas guardaron los regalos que le
habían comprado antes de que se despertase...
De repente empezó su móvil a sonar, Ana se molestó en ver quién llamaba, era Ángel. No sabía si cogerle o sino... Entonces Ruth se despertó, Ana estaba a punto de coger, y Ruth le quitó el móvil de las manos. Vio el nombre de Ángel y le cortó la llamada. Rápidamente abrió WA y le dijo: "Esta tarde a las 5.30 en el parque, los dos solos. Vamos a hablar todo."
Se levantó, vio el
reloj, se metió en el baño.
Las demás no sabían qué decirle ni nada. Ruth no
les había ni abierto la boca. Estaba diferente. Todo lo que le estaba pasando
la estaba matando por dentro, y se notaba por fuera igualmente.
Las chicas
esperaron un rato, y Ruth no salía del baño. Entonces no dudaron en entrar,
Ruth estaba tirada en el suelo, se había desmayado...
- Ruth, tía,
reacciona. - Decía Lucía mientras le echaban agua en la frente...
Brais fue a por
alcohol, le pasaron el bote por delante, y reaccionó abriendo los ojos...
- Estoy bien,
tranquilos.
Se levantó, se
echó de nuevo agua en la cara y salieron todos de allí. Al poco instante Ruth
volvió a notar otro mareo, pero logró disimularlo... Ruth tenía una idea en
mente, la regla no le había bajado, quizás eso era...
Pero decidió no
pensar en eso. Llegó la hora de comer, en ese día apenas hablaron, estaban
todos serios, callados. Ruth pensando en Adri y en cómo hablar con Ángel...
Después de comer
les dijo a los demás que a las 5 había quedado con Ángel. Le dijeron de acompañarla,
pero ella prefería ir sola. Les pidió perdón, pero ese día quería estar sola.
Mientras no llegaba la hora se fue para la habitación mientras las demás se
quedaban abajo, con Brais.
Ruth se tumbó en
cama, se acarició la tripa, cerró los ojos, se olvidó de todo lo que estaba
pasando. Sus mini vacaciones habían dado un giro brutal. Pensó en que podría
estar embarazada. Pensó en Adri, las lágrimas le llenaron los ojos. Se secó.
Cogió el móvil y lo llamó.
Fue directa, en
cuanto él le cogió no esperó a que abriese la boca
- Adri. No me ha
bajado la regla, y estoy teniendo mareos.
- ¿Estarás
embarazada?
- No lo sé, pero
me da igual... Quiero verte, abrazarte, volver a estar ahí. No puedo más con
todo esto.
- Tranquila, si lo
estás todo saldrá bien. Yo también quiero que vuelvas. Me ha dicho Diego que
Carla ya venía hoy o no sé cuándo.
- Puf, no lo sé.
Paso de ese tema. Con todo esto, con lo de Laura y todo ya no sé, creo que me
estoy volviendo paranoica. Nunca pensé que lo diría, pero echo de menos La
Guardia.
- Yo te echo de
menos a ti.
- Y yo. Bueno, por
cierto, a la tarde quedé con Ángel, voy a terminar con todo esto, necesito
volver a mis vacaciones relajantes, no a esta situación paranormal.
- Confío en ti, yo
me tengo que ir, quedé con los demás. Cuídate tonti, te quiero.
- Vale, pásalo
bien. Lo haré, y yo.
En cuanto colgó no
dudó en llamar a Paula también, pero tenía ya unos WA's suyos: "Loqui,
Carla se va esta tarde, a las 5 la acompaño al aeropuerto, ¿vienes?" Le
contestó que no podía y entonces la llamó.
- Ruth, ¿por qué
no vienes?
- No puedo, he
quedado con Ángel, tengo que acabar con esto, porque si no me volveré loca...
- Ah, joder. Qué
susto... Pues yo si pudiera iba.
- No, no. Necesito
arreglar esto yo sola. De lo que sea yo te mantengo informada, eh.
- Perfecto
entonces. Ya sabes, espero noticias tuyas...
- Sí, bueno, te
dejo, chao, te quiero.
- Vale, chao, yo
más.
Eran las 4 ya.
Entonces alguien tocó la puerta, eran Mónica y Ana, que querían hablar con ella
antes de que se fuese, porque eran las que más rara la notaban.
- Pasad.
- Ruth, tenemos
que saber qué te pasa... Somos tus amigas.
- No me pasa nada,
sólo que no me ha bajado la regla. ¿Queréis más detalles?
Se notaba que Ruth
estaba muy cansada con todo lo sucedido... Y su humor no era el típico.
- Joder, pero sólo
eso. En serio, ¿no quieres que te acompañemos?
- No, en serio.
Gracias. Esto es mi asunto. Lo arreglo, y vengo. Necesito dormir bien después.
Y ya está, como nueva.
- ¿Segura? Eso
queremos, ver a la Ruth de siempre, la loca y con su sonrisa real, no fingida.
- Sí, segura. Os
lo prometo, la tendréis después de arreglar todo.
- Eso esperamos.
Bueno, ¿te dejamos sola para que estés mejor?
- Os lo
agradecería.
- Vale.
Le dieron un
abrazo y un beso a cada lado. Ruth les dedicó una sonrisa menos fingida. Se
fueron, y de nuevo, estaba allí sola. Ahora sí que comenzó a darle vueltas al
tema de Laura, y a lo sucedido. Pero por muchas explicaciones que intentaba
buscarle no las encontraba...
Le vibró el móvil,
era Ángel, que aún no le había ni contestado, quedaba media hora para verse.
''Yo ya voy para
el parque, por si quieres verme antes" Ruth no le contestó, espero 15
minutos y entonces le dijo ''Salgo ahora de casa, antes no tenía ganas",
él le respondió con un cortante "ok".
Ruth bajó las
escaleras, se despidió y se puso en camino al parque, no tardó en llegar. Allí
estaba él, sentado en un banco. En cuanto la vio, se levantó.
- ¿Por qué vienes
sola? Pude haber pasado por allí para venir juntos.
- No pasa nada,
soy mayorcita Ángel, se andar sola.
- Ya, pero...
- Pero nada, no
estoy de humor, estás vacaciones ya no están siendo lo que eran. Ni tú estás
siendo lo que me esperaba. Por eso estoy aquí. Yo te llegué a querer, como a
Adri, pero tanta desconfianza no pudo conmigo. Y después tanta mentira o no sé
me desconcertó. He llegado a intentar jugar contigo para que te sintieras como
yo en su momento, pero no puedo. No soy así. Por mucho que lo intenté. En parte
me hago yo daño...
Ángel estaba
callado, escuchándola atentamente, cada palabra que le decía era un mundo
nuevo. Se perdía en su mirada. No la quería interrumpir... Pero acabó
haciéndolo.
- No, Ángel, no.
Déjate de mentiras. Las palabras falsas las conozco demasiado bien. Este juego
se ha terminado.
- ¿Qué juego?
- Todo, todo esto.
Tengo que regresar a La Guardia, pero antes quedar con todo esto solucionado.
- Pero... No
entiendo. Para mí esto no es un juego. Puedes pensar lo que quieras, yo nunca
he dicho que no te quería. Eso que te quede mentalizado...
- Ya da igual...
Yo sí me entiendo. He tenido pesadillas y malos momentos en estos dos días.
Dentro de nada llega mi cumple, y no creo que quiera quedarme aquí, echo de
menos a Adri.
- Puf, no sé que decirte.
- Sin pensarlo Ángel dio un paso hacia adelante, quedando pegado a ella, cara
con cara, rozándose. Ella no sabía cómo reaccionar, en su interior aún quedaba
un poco de amor. Él se inclinó, la besó. A ella se le escapó una lágrima, que
lentamente recorrió su mejilla y terminó entre sus labios. Él se separó, vio
que lloraba, le limpió las lágrimas. Y le siguió hablando.
- Lo siento,
siento ser tan gilipollas...
- No sientas nada.
Las cosas pasan, y de los errores se aprenden...
- Pero tú no eres
un error...
- Sí, lo soy. Y tú
otro... Olvidemos todo esto. Amigos, sólo amigos.
- No quiero, ni
puedo.
- Sí, y ya está
todo dicho. No quieras estropearlo todo o me iré antes de tiempo.
Él se quedó
callado, ya no sabía qué decirle. Tuvo el valor de abrazarla, ella no se
apartó, le dio también un abrazo. Y de repente vio como estaba detrás Laura.
Con una sonrisa extraña, con una mirada penetrante. A Ruth le recorrió un
escalofrío, se le puso la piel de gallina. Ángel lo pudo notar. La abrazó más
fuerte. Ella no era capaz de moverse, y Laura seguía allí, acercándose a ella,
susurrando: "No lo has hecho nada mal, ahora viene lo difícil, darme la
vida". Laura se acercó tanto hasta llegar a un punto en el que traspasó a
Ángel, ahí Ruth se separó de él de golpe, empujándolo y pudo notar como ella se
le introducía dentro de ella, Ruth notó como Laura entraba en su interior...
Entonces se mareó. Ángel la agarró justo antes de caerse.
Él no sabía qué
hacer...
Laura se había apoderado del cuerpo de Ruth, pero... ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo iba a darle la vida? Lo único que sabía Ruth es que Lau estaba ahí, en ella, y que tenía que salvarla, salvarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario