Y de nuevo llega otro nuevo día. El martes. Y todos se encontraban allí, en el salón. También estaban Luci y Rubén. Allí, abrazados. Apenas eran las 11 y Pau se había despertado, y lo primero que hizo fue ir a junto de Ruth para despertarla. Le dio un pequeño empujoncito.
- Ruth, Ruth, ya son las 11, despierta, el otro aún no ha bajado... Vamos a verlo.
- Ay, ¿qué pasa? ¿Dónde estoy? Joder, que sueño. Déjame dormir cinco minutos más mamá.- Ruth estaba en otro mundo, el alcohol y los porros de anoche, el desfase, las locuras, todo, la habían dejado desconcertada y pensaba que ya estaba en La Guardia y que era la madre quien la despertaba.
- Loqui, ¡que soy Paula! Estás en mi casa, y ayer el desmadre que aquí montamos fue bestial. ¿No te acuerdas?
Ruth abrió los ojos, y entonces volvió en sí. Ya se acordaba. Aunque la cabeza le daba vueltas. Le venían flash-backs de lo sucedido anoche con Ángel, de la broma pesada que le había hecho. Se acordó de haber besado a Pau, y de ver como su prima se follaba a Rubén. Cuanta locura en una misma noche.
Entonces se levantaron para subier a la habitación dejando que las demás durmiesen.
- Vaya, acabo de acordarme de que ayer Carla no estuvo con nosotras. ¿Qué le pasó?
- A buenas horas te acuerdas, eh. Pues ayer, se empezó a encontrar mal a la tarde, y dijo que mejor se quedaba en la habitación descansando, que sino sería peor...
- Ah, pues vaya...
- Luego vamos a visitarla.
- Buena idea, ahora vamos a ver el niño este. Que vamos a reirnos otro rato de su patetiquismo.
- Eso, eso.
Empezaron a subir las escaleras, despacio. Querían ver si él aún seguía dormido.
Pero, no. Se asomaron a la puerta y allí estaba él, sentado en la cama, ya vestido. Fumándose otro porro, un buen desayuno para él.
Las chicas entraron, vieron su cara de decepción mezclada de ira y vergüenza. Las chicas intentaban no reirse ya, querían volvear a tontear. O más bien, esperar a ver qué les diría o que haría.
A lo mejor en realidad ni se acordaba de nada. Él fue quien más había bebido y quien pero iba...
Entraron y se sentaron a su lado. Una cada una. Esperando sus palabras. Estuvieron 5 minutos en silencio, viendo para él, esperando y esperando. Y por fin se dignó a hablarles.
- Bueno, ¿estais esperando a qué os diga algo?
- Pues, sí, ¿no?-Dijo Ruth, dejándose caer hacia atrás, quedando tumbada en cama.
- Pues no sé ni que deciros... - De nuevo se quedó en silencio. Y por detrás Ruth no dejaba de tocar a Pau echándole sonrisitas.
- Di algo, de lo de anoche...-Comentaba entonces Paula.
- La verdad... Es que no me acuerdo de nada. Sólo de haber subido con vosotras a la habitación y al despertar estar en gallumbos y yo sólo... Y no sé qué ha pasado... ¿Qué hicimos?
Ruth empezó a reirse ella sola, al escuchar eso, no sabía porqué, pero se imaginaba esas palabras.
Él vio para ella... Estaba decepcionado, se sentía mal por no acordarse de lo sucedido... Y ella seguía sin poder parar de reirse.
- Tía, no te rías tanto que vas a despertar a Carla, y las de abajo... Ya te vale.
- Bueno, bueno. Es que me hace gracia, me lo esperaba. Sabía que no se iba acordar. Que asco da.
- Ya, pero bueno... Ya se ve que no sirve para nada.
Hablando entre ellas, ignoraban a Ángel.
- Eh, a ver, que estoy aquí eh chicas. Pero podemos repetir lo de anoche. Seguro que os ha gustado, ¿o no?
Las chicas se levantaron de cama, se pusieron delante de él, le dieron un beso en la mejilla y le dijeron:
- Ya te molaba repetir tanto con nosotras. Sigue soñando. Es una pena que te hayas olvidado. Coincidencias de la vida Ángel.
Él se quedara de piedra. No sabía ni que decir, ni que hacer. ¿Qué habían hecho? Eso era lo único que pasaba por su cabeza...
Ellas salieron de la habitación y fueron a ver si Carla se encontraba mejor. Entraron en su habitación, pero allí no estaba. Entonces dieron vuelta y bajaron al salón, para ver si ya despertaran los demás. Carla estaba en la cocina, tomándose su desayuno.
Tanto Ruth como Pau se pusieron también a prepararse un poco de leche. Y después le preguntaron a Carla si ya estaba mejor, ella les dijo que sí y les preguntó qué tal había sido la noche. Le contaron todo. Carla se echó unas risas al llegar al tema del supuesto trío y demás. Entonces, bajó Ángel y escuchó como el trío no había sido más que un cuento. Que no habían hecho nada, pero el porqué no lo sabía...
¿Qué estaba pasando? Ángel se estaba rayando la cabeza, intentando recordar... Intentando entender todo. Pero no era capaz.
Se despidió de las chicas, y dijo que ya hablarían seriamente. A él le gustaba mucho Ruth, y ahora Pau. Y no quería hacer las cosas mal, pero ya las había hecho. Desde principio. Ángel no dejaba de ser el típico que te dice un millón de palabras bonitas los primeros días, que te trata como la mejor, y que al aparecer otra, te manda a la mierda, y luego vuelve, y vuelve. Pero Ruth le había pillado el juego. Y ella podría jugar y dejarlo peor, siempre con la ayuda de esa gran amiga Paula, que se estaba convirtiendo en mucho más de lo que ella imaginaba.
Acompañaron a Ángel a la salida, y después de que se fuese, las dos se dieron un abrazo.
Después regresaron a casa, con tanta vuelta, ya pasaban de las 12, los demás ya estaban despiertos. Y entonces decidieron marcharse. De hecho, la prima de Pau no tardaría en aparecer por casa...
Quedaron en verse a la tarde, de ir a la playa, Pau quería hacer un poco de surf. Irían a una playa un poco más lejos, con mejores olas. A las 4 se verían en casa de Pau, irían en bici.
Marcharon para casa, entre que llegaron y no, ya era la una, por la semana comían más temprano, asique no tardaría en estar la comida hecha. Entraron por la puerta, y dejaron las mochilas en sus habitaciones.
Los padres les preguntaron qué tal les había ido. Traían ojeras. Típico, noche de desenfreno, mañanas con mucho sueño. Las chicas le dijeron que lo habían pasado muy bien y que no estaría mal repetir.
Llegó la hora de comer, lo hicieron rápido, y se fueron a preparar para la tarde.
No tardó en llegar la hora de quedar. Cogieron las bicis y fueron a por Pau y Carla.
Se habían olvidado de avisar a Ángel, pero daba igual. Él tampoco se había molestad en preguntar qué harían a la noche.
Cogieron un buen sitio. Y colocaron las toallas y se quitaron la ropa. Se estaba genial. Hacía una brisa fresca, que hacía menos agobiante ese calor. Se pasaron mucho tiempo en el aguar, y viendo como Pau tomaba cada ola.
Sobre las 7 Ángel dio señales. Ya tardaba.
Esta vez llamó a Pau, ya que Ruth no se había enterado... Pau le cogió.
- Hey, dime.
- ¿Dónde andais? Estuve durmiendo hasta ahora... Llamé a la boba de Ruth, y no me cogió, ¿estais juntas?
- Sí, es que no se dio cuenta de que la llamaste. Estamos en la playa, donde hay unas olas perfectas.
- Ah, vale... Bueno, yo hoy ya no voy. Es tarde, nos vemos mañana. Ya hablaremos pues.
- Vale. Chao. Besos.
- Chao. Más.
Se echó a reir, y le dijo a Ruth que revisase su móvil. Ella lo vio y miró las perdidas de él. Y también los WA's que tenía de Adri. Al ver su nombre se le dio un vuelco al corazón, lo echaba muchísimo de menos.
''Tonta, qué, ¿ya te has olvidado de mí?'' ''Te echo tanto de menos, dormir contigo. Sentir tu cuerpo...'' ''Te quiero'' ''Llámame, necesito oír tu voz.''
Ella le contestó, dentro de nada se archarían, asique no lo iba a llamar de momento.
'' Payasito, estoy en la playa, ¿cómo voy a olvidarme de ti? No veas cuanto te echo de menos, eh. Buf, te llamo luego, ¿vale? Al llegar a casa. Te quiero más.''
Se dieron un último chapuzón. Tomaron un poco más el sol, para secarse. Y después de estar bien secos, se vistieron, recogieron, y fueron a por las bicis, para regresar a casa. De camino pasaron por la de Pau, se despidieron. Ruth le dijo a Pau que haría un grupo de WA con ella y el otro. Ella le dijo que le parecía genial eso.
Una vez se despidieron, al poco rato llegaron a casa. Estaban un poco cansados de haber andado tanto en bici. Todas se fueron a la ducha. Y al terminar, cenaron. Y se fueron para las habitaciones.
Era muy temprano. Aún no eran ni las 11.
Ruth iba a hacer el grupo, pero antes iba a llamar a Adri.
Tenía que contarlo lo que había pasado a la noche anterior, lo que tenían pensado hacerle a Ángel. Porque si a él no le agradaba eso, debería dejar todo el plan.
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