29.- Otra semana, y muchas locuras más.

Y de nuevo un lunes más. Amanecía. Y empezaban los rayos de sol a entrar por las ventanas. Las chicas se habían olvidado de bajar las persianas por completo y entonces se despertaron muy pronto. Apenas pasaban de las 10.
Ruth al abrir los ojos vio a los lados pensando que aún estaba con ella Adri, pero no era así. Allí estaban Luci y Ana. Las abrazó. Y les dijo que las quería. Ruth se había despertado de muy buen humor a pesar de todo lo que había sucedido ese fin de semana, que había sido muy movidito. Ella se levantó de cama, y les dijo que iba a preparar el desayuno y lo traía para arriba. Entonces salió de la habitación y petó en la puerta de las demás, ellas aún dormían. Asique, bajó, preparó leche para las 3, cogió el paquete de galletas y subió con todo en una bandeja. Se pusieron las 3 a desayunar en cama.
Ana le decía a Ruth que aún no se creía que Ángel les pidiera perdón. Ni nada. Lucía lo único que opinaba es que ese chico era un prepotente y un cabrón, que ni por mil perdones cambiaba... A Ruth ya le daba igual. Ahora sí que sí, tocaba disfrutar del tiempo en Salou. Justo al terminar de desayunar con tantas risitas y cuchicheos entraron Moni y Andre por la puerta.
- ¡Buenos días comilonas!
- Buenos días dormilonas.-Se rieron todas.
- Vamos a coger al para tomar nosotras y subimos.
- Vale.
Las chicas seguían de charla... Y mientras Moni y Andre se prepararon un café con leche y subieron de nuevo.

- Y bueno, chicas. ¿Hoy qué quereis hacer?-Les dijo Lucía, levantándose de ganas toda efusiva. Quitándose el pijama, porque empezaba a tener calor.
Entonces Ruth y Ana empezaron a silbar como locas, haciendo el tonto:
- Nosotras queremos un striptease!
Ana toda tímida fue corriendo al baño de la misma habitación, y desde dentro gritó:
- Guarrillas, no, no. Yo no os daré ese placer.
- Jo, ¿y ahora qué?- Dijo Mónica, que se estaba riendo cuando ellas dijeran aquello.
- Venga, yo os doy lo que quereis. - Dijo Ruth bromeando.
Y entonces empezó a quitarse la parte de arriba con movimientos sensuales, imitando a una striper, como si lo hiciera desde pequeña. Ana le gritaba: Quítatelo todo, ¡queremos verte el tanga!
Y Moni se le acercaba y le iba tirando del pantalón para que se le viese ese tanga que llevaba. Lucía desde el baño se estaba riendo como loca, asomada a la puerta, viendo el espectáculo.
- A ver, voy a llamar a alguien a que te lo quite todo, eh.
- Venga, traeme a Adri, verás... Luego llamo a Rubén y a quien sea y entonces aquí hay orgía.
De nuevo empezaron las carcajadas. Y Ruth seguía, quitándose la ropa despacio. Ana por detrás le desabrochó el sujetador, y justo entonces entraba su primo Brais por la puerta. Ruth se puso toda roja, casi se le cae el sujetador por culpa de Ana. Pero luego empezó a reirse. Brais al ver aquello no supo como reaccionar, y lo único que dijo fue:
- Ups, perdón.- Y salió de la habitación. Él ya no sabía que pensar. Menuda situación.
Ruth se echó encima de Ana, como loca, ly le empezó a quitar la ropa también, hasta consiguió quitarle el sujetador. Parecían dos enamoradas en su momento de pasión. Entonces Mónica les gritó:
- ¡Que se besen!
Y Andrea y Ana decían:
- No se atreven, no se atreven.
Pero esas palabras para ambas eran algo así como un simple reto, demasiado fácil de cumplir. Las dos se vieron a los ojos, y se rieron. Entonces aquello sí que fue fascinante. Brais volvía de nuevo para ver si ya estaba su prima vestida y se encuentra con una situación más complicada. Su prima y su amiga Ana se estaban besando encima de la cama casi desnudas y las demás viendo para ellas como si aquello se tratase una película.

Al ver que Brais estaba allí, las demás empezaron a toser para intentar disimular aquello. Y entonces Ruth que estaba encima de Ana, levantó la cabeza y vio allí a su primo.

- Parvito, esto no es lo que parece, eh. Que no has retado por así decirlo. Y estuvimos en una pelea lésbica, y bueno. Nosotras y los retos, siempre los ganamos.- Mientras decía eso se tapaba debajo de las sábanas con Ana. Que ella sí que estaba completamente roja.

- Buf, menuda situación en la que me encuentro. Antes aquello, y ahora con esto. Vaya chicas tengo en casa. Las bisexuales son las mejores...-Dicho eso empezó a reirse y salió por la puerta de nuevo.

Las chicas ahora sí que decidieron vestirse. Entre tanta broma y cachondeo ya eran las 11 pasadas.

Entonces empezó a sonar el móvil de Ruth, era Pau, seguro que quería saber si quedaban o qué hacian ese lunes.

- Loqui de mi corazón. Dígame

- Loca mía, que animada te escucho.

- Uf, no sabes cuanto... Me he levantado yo con ganas de loquear por completo.

- Oigo, oigo. Pues mira, que te llamo para invitaros hoy a mi casa, que resulta que mi prima va a la de unos amigos, y me dijo que podía invitaros.

- Oh, que perfecto. Y...¿mi primo?

- Pues tu primo... No sé. Que se venga si quiere... Y si no se aburre...

- Bueno, yo le comento... Pero claro, al ser él el único chico... 

- Ya, por eso. Traed a alguno. ¿Le decimos a Rubén?

- Buena idea, le comento luego... Y a Ángel, si está mejor.

- Pero...¿Quieres que venga ese?

- Sí, empieza el juego. Quien me jode acaba más jodido.

- ¡Oh! Esa es mi loqui malvada. Así me gusta. 

- Ya verás, esta noche. ¡ORGÍA SE HA DICHO!

- Calla, que os violo ya.

- ¿Tú? ¿O yo a vosotras?

- Todas a todas.

- Trato hecho. Y..., ¿a la tarde?

- A la tarde nosotras vamos a preparar todo para la noche. Os esperamos a la hora de cenar, 10 en mi casa, ¿vale?

- Um, genial. Allí estaremos, pues. ¿Llevamos algo?

- Sí,  si podeis una botella de alcohol. Y muchas ganas de fiesta.

- ¿Alcohol? ¿A pleno lunes? ¡PERFECTO! No faltará nada entonces.

- Guay. Nos vemos. Os quiero

- Y nosotras. Muacks.

Al terminar de hablar, las chicas le preguntaron qué pasaba. Ella le comentó que a la noche había fiesta en casa de Pau. Bueno, más bien orgía. Luego fueron para abajo, que allí estaba Brais, que seguía con una sonrisa en la cara. Ruth le comentó lo de la fiesta, y él le dijo que se lo pensaría. Y después le dijo que iría Rubén y que si tal Ángel... De nuevo le dijo lo mismo. 

Entonces las chicas se fueron para afuera, a tomar el aire.   Como no les apetecía meterse en la piscina, quedaron allí. Charlando. Esperando a la hora de comer. Que aún faltaba mucho, porque apenas pasaban 20 minutos de las 12. Ruth como siempre se había olvidado del móvil, y fue a por él. Que raro, aún no le había mandado nada Adri... Asique, lo decidió llamar. Pero nada, sin respuesta. Probó de nuevo, e igual. Ruth ya se preocupaba... Iba a llamar a Diego cuando de repente le empieza a sonar el móvil, y era él. 

- Hey Ruth. Que Adri dejó el móvil en mi coche... Por eso no te coge. Te iba coger yo, pero no me diera cuenta. 

- Ah, joder, ¡que susto! Vale. 

- Por eso te llamo, para no que no te preocupes, ha de estar durmiendo. Yo me desperté hace nada. Y luego me pasaré por su casa a darle el móvil.

- Okey. Pues ya hablaré con él. Dile que lo quiero. Y que tengo que contarle algo urgente.

- Se lo diré. Cuidaros. Un beso.

- Igualemente. Otro.

Al colgar Ruth ya estaba tranquila. Entonces se acercó a la piscina y empezó a salpicar a las chicas. Con tanto calor que hacía ya le entraban ganas de meterse hasta con la ropa. Pero al mismo tiempo le daba pereza, porque luego tendría que secarse, cambiarse... Demasiado trabajo.

- Tonta, para. - Dijeron.

- Vale, vale. Amargadas.-Les dijo de broma.

- Pssss, vale...- Contestaban medias picadas.

- Vosotras lo que necesitais es un buen polvo o unos dedos mágicos.- Todas empezaron a reirse.

Y a asentir con la cabeza.

- Veis, tengo razón, y esta noche, los tendreis. ¿Por qué no vamos al súper a comprar una botella de alcohol? Que fue lo que me pidió que llevase.

- Venga, vale. Espera que voy a coger el dinero.-Dijo Lucía. Que iba a pagar ella.

- Vale.

La esperaron, que apenas tardó. Y se pusieron en camino. Pillaron una botella de absenta.

Se pararon a comprar también unas pocas de gominolas y snacks para la tarde, y regresaron a casa. Ya se acercaba la hora de comer, era la una de la tarde.

De camino a casa Moni le dijo a Ruth si se podían venir dos amigos que se habían ligado el día anterior. Y ella le dijo que llamasen a Pau, que en principio seguro que no había fallo, pero por si acaso, mejor avisasen. Así hizo Moni, la llamó, y Pau le confirmó que sin ningún problema. Así mejor. Pero al final esos dos amigos no podían venir.

Al llegar a casa, menuda sorpresa, estaba llegando Ángel por la otra acera con la bici. 

- Oye, que tú tenías que estar en cama de reposo. Que esta noche tenemos una fiesta...

- ¿Qué? Ya estoy bien. ¿Qué fiesta?

- Ven, anda... Que te cuento. Pero, ¿qué haces por aquí?

- Pues nada, venía a veros. Yo ya comí, pero veo que vosotras no.

- Pues aún...

- Entonces, vengo más tarde, que también tengo que ir a casa de David...

- Vale, al terminar de comer te mando un WA.

- Vale. Chao.-Se despidió poniéndose en movimiento con la bici.

Entraron en casa y ya empezaba a oler a comida. Y Brais estaba poniendo la mesa.

- Chicas, ¿dónde os metisteis? No avisais ni nada...

- Ah, ya. Lo siento primo, fuimos a comprar...

- No pasa nada.

- Luego viene Ángel...

- Vale...

Se sentaron en la mesa, y a los 10 minutos ya traían la comida de la cocina. Estaban dando los simpsons, se echaron unas risas. Al terminar, como había dicho Ruth, le mandó un WA a Ángel para que fuese por allí. Y mientras, recogieron todo. A Brais aún no le agradaba mucho la idea de que ese fuese a su casa. Pero entonces Ruth le comentó sus planes... Y él le dijo que tenía una mente perversa, pero que era buen plan.

Al poco rato ya sonaba el timbre. Ahí estaba Ángel. Saludó a las chicas. Y fue a abrazar a Ruth. Ella esta vez, no se apartó ni mucho menos...

Estaba dispuesta a seguirle el rollo por completo... De hecho, ella terminó pidiéndole perdón por la agresión que le había hecho. Y él le pidió perdón por todo, y de nuevo, salía por su boca un ''te quiero''.

Ya eran las 4.30 y entonces sí que tenían ganas de irse a la piscina, ya que no soportaban tanto calor. Se fueron todos juntos. Y allí hablaron de la fiesta de anoche. Convencieron a Brais para ir. Aceptó, aunque no sabía cómo estaría Paula con él... Pero tanto daba, él estaba dispuesto a pasarlo bien igual. A Ángel no hizo falta convencerlo. A las 6 salió Brais de la piscina, estaba cansado de estar allí, prefería ponerse a jugar a la Play. Lucía y Andrea también salieron, pero a tomar el Sol, ya que querían ponerse morenas, porque eran muy blanquitas. Dentro quedaban Moni , Ana, Ruth y Ángel. Moni y Ana no paraban de hacer el tonto, ese día las chicas se habían levantado un tanto extrañas. Tenía momentos lésbicos. De tocarse el culo a todo instante, y las tetas igual. Darse picos... Era muy gracioso. Ángel alucinaba con ellas. Porque Ruth también estaba igual.

Ana y Moni decieron salir también, y quedaron la parejita dentro de la piscina.

- Hey, nosotras vamos a comer lo que compramos. Te dejamos un poco, ¿va?

- Vale. Luego voy.  Ruth empezó el juego. Se dejó llevar por el momento. Pensaba todo el rato en Adri. Pero aún así, se besó con Ángel. 

Después de un buen rato en la piscina, de fingir sentimientos que no eran reales, y de seguirle el rollo. Ángel dijo que tenía que marcharse, para poder estar en casa de Pau a las 10. Asique, salieron de la piscina, se secó un poco y se fue.

Ella entró a casa, comió un paquete de patatillas que le habían dejado y vio al reloj. Las 9 casi. Las demás se estaban duchando. Brais estaba preparado. Jugando a la play. Asique, ella cogió y se puso a su lado a jugar también.

- No veas como echo ya de menos a Adri...

- Normal parvita. Pero eres la puta ama fingiendo lo que sientes con Ángel.

- Lo sé. A mi quien me miente, no sabe donde se mete...

- Ya veo... 

Después de echar unas partidas. Ruth se levantó y le dijo que se iba a preparar, a ver si las demás le habían dejado una ducha libre.

Subió arriba y así fue, Lucia y Andre estaban terminando ya de peinarse. Entonces se metió en la ducha y se dio una muy rápida. Al terminar faltaban 5 minutos para las 9.30. Se vistió a toda prisa. Y pasó de secarse el pelo, simplemente le echó un poco de espuma y listo.

Ya estaban todas preparadas, asique, se pusieron de camino a casa de Pau. Donde ya estaban allí Rubén y Ángel. 

Y como no, este ya había estado ligando con ella, aun sabiendo que era la ex de su amigo, y que aun le gustaba... Pau le contaba todo a Ruth por WA mientras no llegaban. Y se echaban unas risas. Al llegar empezaba la fiesta.

Se pusieron a cenar. Habían preparado paninis para todos. Que ricos estaban. No tardaron en terminarlos. Y luego se pusieron a beber. Pau cogió los vasos de chupitos y empezaron a jugar, bebiendo o no bebiendo. 

Chupito iba, chupito venía. Sin darse cuenta, ya no quedaba nada de absenta. Cuando entonces Ángel les dice a las chicas:

- Tengo porros... ¿Alguien quiere?

- Uf, yo, yo.-Dijo Ruth, apoyando la cabeza en su hombro.

- Yo también.- Dijo Pau, haciendo lo mismo, pero del otro lado.

Las chicas ya lo tenían planeado. Esa noche se la iban a jugar. Le iban a proponer hacer un trío. Y luego dejarlo con las ganas. Y liarse entre ellas.

Ángel empezó a liar un porro, y Rubén otro.

Empezaron a fumar, aquello se estaba llenando de humo. Al final, acabarían todos ciegos. 

Risas tras risas, tonteo tras tonteo. Rubén le metía mano a Lucía. Moni se tumbó encima de las piernas de Andre. Ángel estaba abrazado por las chicas. Brais al lado de Pau, muriéndose de ganas por besarla, y al otro lado estaba Moni allí tumbada. Ana, al lado de Rubén, con ganas de ver hacer un trío también.

Entonces Pau se levantó y cogió de la mano a Ruth, se fueron hacia la puerta y Pau dijo:  - Ángel vente. A los demás, venimos ahora.

Ángel se levantó y fue detrás de ella. Estaba borracho y ciego, con ganas de follar. Era su momento, las tenía a las 2, pero lo que no sabía es que se la iban a jugar. Llegaron a la habitación, empezaron a quitarse la ropa, se la quitaron a él. Se tiraron en cama. Empezaron a tontear. A hacer que les gustaba. Le besaban el cuello. Se besaban entre ella. Le iban mordiendo por la barriga, bajando, poco a poco. Haciendo que él entrase en más calor. Ellas se miraban y sonreian. Había caído. Habían conseguido lo que querían.

Él las tocaba. Las besaba también. Las acercaba a él. Les susurraba que eran perfectas. Que eran geniales.

Que era su mejor noche. Que no se imaginaba terminar así, en una cama con dos chicas tan buenas como ellas. Estaba desenado follárselas. Pero nada. Ellas no empezaban. Él ya no sabía que hacer. Se quitó la parte de abajo y se quedó completamente desnudo. Las chicas empezaron a reirse. Pero él no entendía nada. Intentó quitarles los sujetadores, pero ellas se apartaron. 

Pau de nuevo cogió a Ruth de la mano, la llevó a la puerta, ambas se giraron, vieron para él y le echaron una sonrisa insinuante. Desde la puerta Pau le tocó el culo a Ruth, y ella le hizo lo mismo. Salieron de esa habitación, despacio, esperando a que él fuese detrás. Y así hizo. Entraron en la de enfrente. Y entonces, las dos se tiraron en cama, y Pau empezó a besar a Ruth, al ver que él estaba allí, comtemplándolas.

No sabía si lo que veía era cierto, si lo que estaba pasando era real. O si pensaba que estaba demasiado ciego.

Entonces, regresó a la otra habitación, se vistió. Volvió a donde ellas estaban. Se frotó los ojos y vio que seguían comiéndose la boca. Dio un grito y dijo: ¿Qué estais haciendo?

De nuevo ellas se echaron a reir y contestaron:

- Divertirnos de verdad... Ya puedes irte. Estás borracho y ciego, no nos sirves.-Seguían riéndose. Él no sabía que hacer, y otra vez se fue para la habitación, se tiró en cama. Y se dejó allí, hasta que el sueño se apoderase de él. Las chicas al ver que él no volvió, se levantaron, y bajaron a la cocina a beber, tenían las bocas secas. Y allí se encontraron con otro bonito numerito.

Lucía y Rubén estaban a lo suyo. Dándole duro encima de la mesa. Ruth se quedó viendo, pero entonces Pau le susurró: Vámonos loqui, déjalos a lo suyo. Que se te cae la baba.

Se rieron, y se fueron junto las demás. Allí estaban Moni, Andre, Ana y Brais. Brais se había quedado dormido apoyado en las piernas de Moni, y Ana en las de Brais. Las que estaban despiertas eran Moni y Andre. Estuvieron un poco de charla. Entre bromas y bromas, al final se quedaron allí mismas dormidas.

Se terminaba el primer dia de la semana. Menuda noche había sido aquella. Juegos de falso amor. Locuras, alcohol, sexo... Si empezaban así la semana, ¿cómo la terminarían?