13-. Noticias nuevas. Despedida.

  Ruth esa noche durmió mejor, ya era martes. Por fin, la regla le había bajado. Ruth ya estaba mucho mejor,  se le había retrasado desde el día 26, 6 días. Ruth no tenía noticias de nadie. Había estado inactiva el día anterior, pero esa mañana se había despertado con ganas de sonreir, de no fingir, y de pasar. Porque Adri le había demostrado de lo que era capaz. Si él lo quería así, ella es lo que haría, pasar página, olvidarlo. Sacarlo de su mente, aunque serían muchas las veces que Ruth se vendrá abajo por recordarlo. Pero mientras, ella, iba seguir adelante. Con sus amigas ella podría. Su promesa del año seguía ahí, y ahora más fuerte que nunca. No merecía encerrarse y llorar, horas y horas por un simple niñato que no veía la realidad.
Era la hora de comer, la madre de Ruth había preparado esa paella que tan bien le queda y que tanto le gusta a Ruth.
- Mamá, está deliciosa.
- Gracias hija, sé que te encanta mi rica paella.
Ambas sonrieron. Y entonces comenzó Marcos a hablar:
- Os tengo una pequeña sorpresa. Espero que os guste. Hoy he hablado con el primo de Barcelona, y nos ha invitado un par de semanas, o más, a ir de invitados a su casa. Unas minivacaciones en familia. Tú Ruth, podrás llevarte a dos amigas. _Ruth ya ponía cara de querer llevarse a más...Y entonces el padre dijo otra vez_ Sólo a dos, lo siento.
La madre se sorprendió, la noticia era nueva para madre e hija. Ambas estaban con una sonrisa en la cara que nunca antes la habían tenido. Irene dijo que estaba encantada de poder ir a visitar a los primos de su marido. Y Ruth empezó a hablar:
- Yo tengo unas ganas tremendas de ir allá, hace años que no veo a los primos... Ya ni los voy a conocer...
- Ya, eso seguro. Los hijos del primo ya son un poco mayores que tú...
- Bueno, da igual. Yo tengo muchas ganas de ir, pero ya estamos a 2 de Julio, recuerda papi que a finales es el cumple de Carla y el mío, para entonces estaremos aquí, ¿no?
- Por supuesto, no te preocupes. Pasaremos allí dos semanas, tres como mucho.
Entonces la madre dijo:
- ¿Y cuándo nos vamos?
- Pues el jueves de madrugada, asique, hay que preparar todo ya mis amores.
Ruth estaba toda desesperada. Tenía que hacer la maleta, y tenía que pensar a quien llevar con ella... Y avisarlas YA, porque era martes, y el jueves  marcharían. Que ansia. La verdad, Ruth no tardó mucho en pensar a quien llevarse... Sabía que a Mónica no la dejarían, la madre es muy protectora, y no quiere que su hija se vaya por ahí, entonces, llamó a Andrea y se lo dijo, a ella le dejan hacer de todo, asique, ya sabía su respuesta: Un SÍ totalmente entusiasmado. Después tenía que avisar a Ana, seguro que le iba encantar la idea, lo difícil sería convencer a sus padres, pero con un poco de suerte... La madre de Ana le tenía mucha confianza a Ruth, asique eso estaba a su favor, y tanto su madre como la de ella se llevaban genial. Ruth le pidió a su madre que la acompañase a casa de Ana, y así fue, las dos fueron allí y hablaron con los padres de Ana, los convencieron rápidamente. Ana daba saltos de alegría, no sabía ni que llevarse, no sabía por donde empezar a hacer la maleta. Ruth le dijo que se relajase, que esa tarde había que quedar con las demás, y despedirse. Esa tarde necesitaba relajarse, le esperaban dos semanas  geniales, en Barcelona, con los primos y sus dos mejores amigas, ¿podía haber algo mejor? Quien sabe...
Eran ya las 4.30, y las chicas habían quedado en verse en la playa, allí estaban todas. Y también andaba por allí Óscar, Raúl, Álex, Santi, Damián... Había muchísima gente en la playa. La verdad es que ese día hacía un calor tremendo. Tan pronto estaban todas las chicas en bikini, corrieron a meterse en el agua. Y estuvieron allí un par de horas, se estaba genial. El agua no estaba muy fría, no hacía viento como en otras ocasiones. Los chicos estaban también con ellas... Ruth se dio cuenta de que Diego no había venido... Y eso que ya se podía andar sin muletas, le preguntó a Carla por él y le dijo que venía más tarde, que había quedado con Adri, y que posiblemente vendrían los dos. A Ruth por un momento casi se le cambia el buen humor, pero se acordó de lo que se había mentalizado esa mañana, y entonces dijo: Bah, da igual. Hoy tengo noticias que daros, y será perfecto que él también las escuché. Carla le preguntó qué noticias, y ella le dijo que no era nada malo, que luego ya las sabría. Y la empujó, tirándola al agua.
No paraban de hacer el tonto allí todos juntos. Se reían como locos, jugaban con la bola a pases, hacía guerra de bolas de arena. Esa tarde fue genial.

Eran ya casi las 7 cuando decidieron subir para las toallas, tomar algo y así Ruth dar la noticia...
Al llegar a las toallas estaban ya allí Diego y Adri, que saludaron con la cabeza y todos le dijeron un simple: Hey.
Se tumbaron en las toallas, esperaron a secarse un poco, comieron algo. Y entonces Ruth dijo:
- Chicas, chicos, os tengo noticias. Miró para Andre y Ana, las señaló y les hizo un gesto diciendo que se sentasen a su lado. Y ellas así lo hicieron, se acercaron con sus toallas al lado de Ruth y allí se quedaron.
Álex preguntó qué noticias eran esas...  Ruth estaba toda sonriente, las noticias eran buenas para ella, pero para sus amigos no le agradarían tanto... Ella prefería llevárselos a todos, pero no podía... Siguió hablando.
- Pues nada, que hoy mi padre me ha dicho que me voy de vacaciones. Unas minivacaciones.
Mónica y Paula estaban algo perplejas ante la noticia. Carla estaba algo rara... Moni preguntó a dónde, y por qué. Ruth siguió contando.
- Mis primos de Barcelona, bueno, los de mi padre, nos han invitado a pasar allá un par de semanas, o más... Y me puedo llevar a dos amigas, me las llevo a ellas _abrazó a Andre y Ana para que todas se dieran cuenta_ , espero que me entendáis.

Las demás asintieron, y fueron a su lado. Le dijeron que la echarían de menos, a ella y a ellas. Que volviesen pronto. Que no pasasen más de dos semanas allá, que sino sería demasiado tiempo... Y Carla ya le estaba reprochando:
- Mira que nuestro cumple está a la vuelta de la esquina, hay que prepararlo todo, y sino estás yo no preparo todo. Asique.
Su tono de voz no le gustó a Ruth, pero ella no quería enfados ese día. Entonces le dijo:
- No te preocupes, si hace falta preparo las cosas desde Barcelona, a nuestro cumple no faltaremos, eso ya se lo había dicho hoy a mis padres.
- Ah, bueno... Eso espero.
Ruth y Carla cumplían casi el mismo día. Carla el 25 y Ruth el 27. Asique la celebración sería el sábado 28, para ese día Ruth tendría que estar de vuelta y tener todo preparado...
Álex tenía los ojos llorosos... No se había movido de su toalla... Él no quería que ella se fuese... Ella se acercó y se sentó a su lado, lo abrazó muy fuerte y le susurró que no se iba olvidar de él, que sonriese, porque sólo eran dos semanitas fuera, y que al volver le traería regalos a todos... Los demás chicos le dijeron que esperaban algún recuerdo de allá, Óscar se lo tomó a risa y le dijo a Ruth: Bueno chica, a mi me lleváis en una maleta, que ya sé que sin mi no vivís. Todos se empezaron a reír, Ana se puso roja. Y Ruth le siguió la broma: Pues claro, mi maleta es bien grande. Las risas siguieron.
Ruth estaba genial, esa tarde estaba siendo perfecta... Había ignorado a Adri como nunca lo había hecho, se sentía orgullosa. Porque lo veía, y ya le daba igual, ya podía disimular que no le importaba. Pero al final, le vio a los ojos, su cara no era la misma que antes de escuchar la noticia. Se notaba que no le gustaba... Pero él, por hacerse el duro, y no querer tragarse su puto orgullo, no le quiso hablar a Ruth. No sabía lo que estaba perdiendo. A ella por una parte le encantaría que él se molestase en decirle que se divirtiese en esas minivacaciones, pero nada. No dijo absolutamente nada. Aún así, Ruth seguía a lo suyo. Él se lo perdía. Ya se daría cuenta de lo que hacía...
Antes de marcharse aun se fueron a meter en el agua una última vez. Tanto calor era insoportable. Se acercaba la hora de marcharse. A Ana, Ruth y Andre le esperaban dos días para preparar todo, y posiblemente no tendrían tiempo de quedar. A Álex se le ocurrió una gran idea...
- Chicos, ya que no vamos a poder hacer una despedida, ¿por qué no la hacemos hoy? ¿Aquí? Llamamos a nuestros padres y les contamos la noticia de Ruth, le comentamos que quedamos a hacer una acampada y que volvemos a casa mañana a la hora de comer. Y así hoy hacemos una pequeña despedida.
A todos les pareció buena idea. Dijeron que no había problema, lo malo era que no tenía nada para cenar, pero entonces a Andrea se le ocurrió de ir con su coche a buscar unas hamburguesas, unos bocatas y así a la bocatería más cercana. A todos les pareció perfecto.
Con el calor que hace en verano no iban a necesitar tiendas, ni nada para taparse.
Esa noche iba ser mágica para Ruth.
Adri le había dicho a Diego que lo acercase a casa, que él ahí no pintaba nada. Pero entonces Ruth le dijo: Mira niño, si quieres mejor le decimos a Eli que venga, y de paso que Andre va a pillar la cena, pase por ella. No tienes que estar a molestar a Diego.
Ruth estaba cabreada, sí, totalmente cabreada. Pero sólo con él. Su tono de voz asustó a todos. Ya habían pensado que estaba enfadada con todos, pero cuando se giró y le dijo a Andre que pasase por Eli, su tono de voz era normal, incluso se notaba que estaba genial. Aquello era impresionante. Ruth parecía bipolar.
No le había ni dejado contestar a Adri, ella no aceptaba un no. Adri se quedó muerto. Empezaba a sentirse mal, ya llevaban desde el sábado noche sin hablar. Se estaba dando cuenta de que estaba haciendo las cosas mal, pero aún así no lo quería asimilar... Y ese tono de voz, lo había dejado K.O.
Ruth llamó a Eli, le contó lo que pasaba, le comentó que iban a ir a buscarla y Eli estaba encantada. Quedaron en recogerla sobre las 10.30 en la bocatería "Las Vegas"
Todos se fueron para el agua, de nuevo, ya estaban solos en la playa... Eran las 9, y el agua parecía que estaba más caliente. Estaban genial. Aún estuvieron allí un buen rato, menos Adri, que subió rápido para la toalla. Y se puso a pensar. No sabía si hablar con ella y arreglar las cosas, o seguir así. No se tragaba el orgullo. Y ese día no lo hizo. No hablaron.
Las 10, Ruth dijo de subir para las toallas. E ir a la bocatería, iba a ir con Andrea. Subieron, se secaron y se fueron para el coche. Allí como siempre, música a todo volumen, llegaron, y ya estaba allí Eli esperándolas. Encargaron la cena, y estuvieron unos 20 minutos esperando. Llegaron a las 11 a la playa.
Los chicos habían encendido una pequeña hoguera, porque ya era de noche, y allí no había luces. Se pusieron todos alrededor, y comenzaron a cenar.

Ruth estaba encantada de tener una despedida así. No se lo esperaba. La idea de Álex había sido genial.
Al terminar de cenar estuvieron contando historias de miedo. La luna estaba llena, y por momentos se escuchaba ruidos, Mónica y Ana se asustaban fácilmente. No eran más que las ramas de los árboles moviéndose con la suave brisa de verano. Cuando ya no había más historias que contar, Ruth empezó a contar estrellas, y de repente vio una estrella fugaz. Y gritó: Mirad, mi estrella fugaz.
Todas le dijeron, ¡pide un deseo tonta! Ruth no sabía que pedir... Lo primero que se le pasó por la cabeza, fue Adri, vio hacia él, y estaba besándose con Eli. Entonces cerró los ojos y pidió: Quiero olvidarme de él, y no enamorarme de nadie. Sólo del indicado.
Álex se acercó de repente, y le besó el cuello. A ella se le puso la piel de gallina, le encanta que le besen el cuello, y que le muerdan también. Sonrió, y lo abrazó.  Ya era de madrugada entre tanta historia. Y como no, a Ruth se le ocurrió la típica idea loca. Se levantó y empezó a correr hacia el agua. Se tiró, sin pensárselo dos veces.
Y todos le dijeron: ¡Estás loca! Ella echó una carcajada enorme, y los invitó a meterse, se estaba genial les dijo. Eli corrió con ella. Se habían llevado genial, eso es lo que más le impactaba a Adri. Al final acabaron metiéndose todos en el agua.
Las 5 casi. Dijo Carla, que ya tenía sueño. Y Paula y Eli igual. Subieron para las toallas. Con ellas subieron los chicos. Quedando en el agua Ruth, Ana, Andrea, Óscar, Santi y Álex... Aunque no iban a tardar en subir. El frío ya se empezaba a notar. Los primeros en salir del agua fueron Santi y Andre, y al poco rato Ana dijo que quería dormir que tenía frío, asique también salió, y con ella Óscar. Cada uno tenía pareja esa noche. Quedaban solos Ruth y Álex. No paraban de hacer el tonto los dos solos, sin hacer mucho ruído. El agua ya empezaba a notarse fría. Decidieron salir, pero no subir a las toallas. Se sentaron a la orilla, contemplando la luna y las estrellas. Ruth empezaba a temblar por momentos, y Álex se le acercaba más, para darle calor.

Acabaron abrazados. Empezaron los besos por el cuello, caricias. Miraditas. Y Álex empezó a hablar:
- Ruth, te quiero muchísimo. Espero que no te olvides de mí en estas dos semanas. Lucharé por tener algo contigo, ya que Adri te ha fallado como yo dije.
Ella no sabía que decir...
- Ay, Álex, yo también te quiero. Pero es que no sé. Creo que seguiré con mi promesa. Yo lo quería a él, y sólo me falla, una y otra vez.
- No te preocupes, intentaré hacerte cambiar de opinión, y que dejes atrás esa promesa.
Le dio un beso y un abrazo. Le susurró: Lograré que de mi te enamores tanto o más que de él. Te haré olvidarlo.
Ellos no sabían que Adri estaba a pocos pasos de ellos, allí de pie, observándolos, escuchándolos, sin decir nada. Sin moverse. Adri al escuchar eso se dio cuenta de que ella lo quiere más que a nadie. No podía permitirse perderla de esa forma...
Pero para eso tenía que tragarse ese orgullo. Y hablar con ella. ¿Lo hará? No le quedaría mucho tiempo...
Se fue de nuevo a su toalla, al lado de Eli, y se hizo el dormido. Ruth y Álex no tardarían en subir a las toallas. Y así fue. Entre besos decidieron subir y ponerse a dormir, al día siguiente Ruth tenía que empezar a preparar todo. Él le dijo que quería verla antes de que se fuese, ella le dijo que si podía no había problema, que ya le avisaría. Se levantaron y fueron para las toallas. Todos dormidos, la fogata aún estaba encendida, y desprendía un calor agradable. Ruth y Álex esa noche quedaron dormidos abrazados.
Los rayos del Sol no tardarían en reflejarse en las caras de los chicos y chicas. Despertándolos poco a poco.


La noche fue única. La mañana llegaba rápido. El jueves se acercaba, las ganas de irse de Ruth con sus amigas aumentaban con el paso de los minutos. Era miércoles. Un largo día le esperaba a las tres, haciendo maletas y preparando todo.